Propósitos deportivos de Año Nuevo y cómo afrontarlos para no tirar la toalla

  • New Wood
  • 31 de diciembre de 2020
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Pronto empieza un nuevo año, y somos muchos los que decidimos plantearnos nuevos retos y metas, también a nivel deportivo. No importa si eres principiante, avanzado o profesional, que a todos nos cuesta mantener una nueva rutina sin la mentalidad y herramientas de trabajo adecuadas. Así pues, os damos algunas ideas de para afrontar vuestros propósitos deportivos de año nuevo sin morir en el intento.

 

Primero de todo… ¿Cuál es tu propósito y por qué?

Perder peso, mejorar tu salud, sentirte bien contigo mismo, plantearte un reto deportivo complicado (como escalar un pico o correr una maratón), hay muchas razones y no todas ellas se deben afrontar igual. Lo que está claro es que, si nunca haces deporte, y quieres pasar de cero a cien, lo dejarás. Intenta que tu motivación sea mejorar a largo plazo, más allá de los beneficios “relámpago”, por tu salud y porque será más fácil que sigas con ello.

 

Márcate objetivos razonables, y siempre a largo plazo

La motivación de hacer deporte para perder peso, por ejemplo, si no va acompañada de objetivos a largo plazo y de cambios en tu rutina diaria de alimentación, descanso y demás, no conseguirás mantenerla en el tiempo. Y si quieres preparar un evento deportivo de gran magnitud o mejorar tu bienestar físico, tampoco lo lograrás en un solo mes, y puedes conseguir agravar, por ejemplo, un problema de salud (como una lesión).

Recuerda que no hay recetas ni planes milagrosos, solo constancia, rutina y esfuerzo paulatino. Decide bien cuál es tu objetivo a largo plazo, y luego, establece metas más asequibles a corto y medio plazo. Será más fácil que vayas notando tu evolución comparando mes a mes y semana a semana. Si no, lo único que conseguirás es quemarte.

 

No pretendas cambiar tu rutina de repente

Es más fácil ajustar tu rutina actual para incluir algunos pasos de mejora hacia tu objetivo deportivo que intentar establecerte una nueva rutina. Por ejemplo, si nunca antes has ido al gimnasio, no pretendas de golpe ir varias horas a la semana, pues lo dejarás. Empieza por hacer unos 20 minutos en casa cada día, es algo asequible que fácilmente encontrarás un hueco, y poco a poco, empieza a aumentar tu tiempo y dedicación.

Lo mismo si pretendes, por ejemplo, mejorar tu forma física para hacer senderismo, running o deportes de montaña. Empieza por hacer caminatas diarias cortas, para acostumbrar tu fondo, y poco a poco, aumenta la duración e intensidad. No pasa nada si no puedes correr 5 kilómetros seguidos el primer día.

Intenta amoldar tu propósito a la rutina actual, en vez al revés, será mucho más fácil mantener el hábito.

 

Cuenta con la ayuda de profesionales

Tanto si quieres perder peso, mejorar tu rendimiento o empezar a practicar una disciplina nueva, siempre es mejor que te olvides de métodos milagro, como ya hemos dicho. En Internet encontrarás muchísima sobreinformación y también contradictoria. Muchas veces, lo que funciona para unos, no vale para todos. Por eso, contar con el apoyo de un profesional del deporte o la salud, no solo te ayudará a comprometerte con tus objetivos, si no que hará que sean mucho más alcanzables y tangibles, y sin poner en riesgo tu salud por realizar prácticas de dudosa credibilidad o muy temerarias.

 

Sé riguroso con tu plan, pero no te obsesiones con los fallos

Otra razón por lo que mucha gente acaba abandonado, y relacionado con marcarse objetivos poco realistas y fuera de sus rutinas habituales, es que la gente es muy estricta y exigente consigo misma, así que si tienen un mal día o una semana floja, que por lo que sea se saltan su plan de trabajo, ya se sienten culpables y abandonan.

Es importante que tengas momentos de descanso, no solo físico si no también mental y emocional. Está bien que algún día salgas a cenar y hagas un exceso, o que una semana estés algo más estresado y no tengas tiempo de entrenar. Pero intenta siempre recordar el consejo de más vale mantenerlo 20 minutos al día que solo 2 horas al mes. Saca un huequito ni que sea para hacer unos estiramientos y si te pegas una comilona, no debería preocuparte demasiado si vas a un profesional de la nutrición pues te podrá ajustar la dieta según estas variantes. Muchas de ellas incluso contemplan días libres.

 

Así que ya sabes, despacito, pero sin pausa, ¡y a por todo lo que te propongas!

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